La Liga de los Caballeros Cruzados

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I. El Caballero Cruzado ha de ser ante todo, un Caballero. Envidia y ejemplo de aquellos que no lo son. Ha de ser hombre creyente en la verdadera fe cristiana ecuménica, y de sobrias y rectas costumbres. Ha de estar preparado en todo momento para la cruzada.

2. Ha de ser hombre de buen, antiguo y probado linaje, gentil o noble, manifestada en sabiduría y bondad de costumbres. Y si no lo fueren, vendrán obligados a ser presentados por algún Caballero que lo sea, y más obligados aún que éstos a obrar bien, y guardarse de cometer algún delito, o mala fama, que les perjudique, y deshonre a sus progenitores.
Los nobles, deberán serlo de más de cuatro generaciones probadas, y alcanzarán mayor grado y respeto, cuanto mas rancio abolengo tengan demostrado.

3. Lo nobles y plebeyos estarán siempre separados por su estado, reconociéndose unos a otros por su estado y derecho de nacimiento.

4. El Caballero Cruzado deberá respetar las cuatro bondades o virtudes esenciales: 

- Prudencia, saber cumplir con utilidad y sin daño
- Fortaleza, ser firmes y no mudables
- Templanza, obrar debidamente y sin excesos, y
- Justicia, obrar rectamente, con arreglo a la Ley.

Todos deben observar al menos estas cuatro virtudes, para la mutua defensa, de la Iglesia y de los Reyes o Gobernantes, y de la patria.

Estas cuatro virtudes se representan en la espada, que llevarán siempre espiritualmente consigo, y físicamente en ceremonias o cuando reciban la orden de caballería.

5. El caballero deberá tener entendimiento, entendiéndose por tal, una formación superior, que les haga perfectamente distinguir entre el bien y el mal, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo.

6. De nada sirve el entendimiento sin sabiduría. Conviene que los caballeros además de formación posean inteligencia probada, para saber discernir las trampas del conocimiento.

7. El caballero tiene que ser tanto duro, cuando se necesite la fuerza, como suave cuando se requiera bondad, debiendo perfectamente saber distinguir cuándo aplicar la fuerza, y cuándo no, y ser mansos y dóciles.

8. El Caballero Cruzado deberá poseer arte y maña, de forma que sepa salir victorioso de cualquier situación sin mellarse en nada su dignidad, o su integridad y honor.

9. Ha de tener lealtad, virtud que comprende las buenas costumbres, y es la suma de todas ellas, pero usando de ella según convenga, sin agraviar a nadie por ser fiel a otro, ni faltar a sí mimo y a sus obligaciones, de forma que lo hagan contra su voluntad, y sólo por lealtad.

10. Debe amar a todos los seres de la tierra, en la naturaleza, pues todas son criaturas de Dios. Debe respetar en todo momento el hábitat de toda criatura y su entorno, el medio ambiente y su cuidado.